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Surah La Estrella - Aya count 62
¡Por la estrella, cuando declina!
Vuestro paisano no se extravía, ni se descarría.
No habla por propio impulso.
No es sino una revelación que se ha hecho.
Se la ha enseñado el muy poderoso,
mientras él estaba en lo más alto del horizonte.
Luego, se acercó y quedó suspendido en el aire,
estaba a dos medidas de arco o menos.
Reveló a Su siervo lo que reveló.
No ha mentido el corazón en lo que vio.
¿Disputaréis, pues, con él sobre lo que ve?
Ya le había visto descender en otra ocasión,
junto al azufaifo del confín,
junto al cual se encuentra el jardín de la Morada,
cuando el azufaifo estaba cubierto por aquello.
No se desvió la mirada. Y no erró.
Vio, ciertamente, parte de los signos tan grandes de su Señor.
Y ¿qué os parecen al-Lat, al-Uzza
y la otra, Manat, la tercera?
¿Para vosotros los varones y para Él las hembras?
Sería un reparto injusto.
No son sino nombres que habéis puesto, vosotros y vuestros padres, a los que Alá no ha conferido ninguna autoridad. No siguen sino conjeturas y la concupiscencia de sus almas, siendo así que ya les ha venido de su Señor la Dirección.
¿Obtendrá el hombre lo que desea?
Pero la otra vida y esta vida pertenecen a Alá.
¡Cuántos ángeles hay en los cielos, cuya intercesión no servirá de nada, a menos que antes dé Alá permiso a quien Él quiera, a quien Le plazca!
Quienes no creen en la otra vida ponen, sí, a los ángeles nombres femeninos.
No tienen ningún conocimiento de ello. No siguen más que conjeturas, y éstas, frente a la Verdad, no sirven de nada.
Apártate de quien vuelve la espalda a Nuestra Amonestación y no desea sino la vida de acá.
Ésa es toda la ciencia que pueden alcanzar. Alá conoce bien a quien se extravía de Su camino y conoce bien a quien sigue la buena dirección.
De Alá es lo que está en los cielos y en la tierra, para retribuir a los que obren mal por lo que hagan y retribuir a los que obren bien dándoles lo mejor.
Quienes evitan los pecados graves y las deshonestidades y sólo cometen pecados leves... Tu Señor es inmensamente indulgente. Os conocía bien cuando os creaba de la tierra y cuando erais un embrión en el seno de vuestra madre. ¡No os jactéis, pues, de puros! Él conoce bien a los que Le temen.
Y, ¿qué te parece el que vuelve la espalda?
¿Tiene la ciencia de lo oculto, que le permita ver?
¿No se le ha informado del contenido de las Hojas de Moisés
y de Abraham, que cumplió:
que nadie cargará con la carga ajena,
que el hombre sólo será sancionado con arreglo a su propio esfuerzo,
que se verá el resultado de su esfuerzo,
que será, luego, retribuido generosamente,
que el fin de todo es tu Señor,
que es Él Quien hace reír y hace llorar,
que es Él Quien da la muerte y da la vida,
que Él crea la pareja, varón y hembra,
de una gota cuando es eyaculada,
que a Él incumbe la otra creación,
que es Él Quien da riquezas y posesiones,
que es Él el Señor de Sirio,
que Él hizo perecer a los antiguos aditas
y a los tamudeos, sin dejar uno solo con vida,
y, antes, al pueblo de Noé, que fue tan impío y rebelde,
y aniquiló a la vuelta de arriba abajo.
cubriéndola como la cubrió?
¿Cuál, pues, de los beneficios de tu Señor pondrás en duda?
Ésta es una advertencia al estilo de las advertencias antiguas.
Nadie, fuera de Alá, puede quitarla.
¿Os asombráis, pues, de este discurso?
¿Y reís, en lugar de llorar,
permaneciendo indiferentes?
¡Prosternaos, pues, ante Alá y servidle!