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Surah Los Vientos - Aya count 60
¡Por las que llevan una carga!
¡Por las que se deslizan ligeras!
¡Por los que distribuyen una orden!
¡Ciertamente, aquello con que se os amenaza es verdad!
Y el Juicio, sí, tendrá lugar.
¡Por el cielo surcado de órbitas!
Algunos son desviados de él.
¡Malditos sean los que siempre están conjeturando,
que están en un abismo, despreocupados,
que preguntan: «¿Cuándo llegará el día del Juicio?»!
El día que se les pruebe al fuego:
«¡Gustad vuestra prueba! Esto es lo que estabais impacientes por conocer».
Los que temen a Alá estarán entre jardines y fuentes,
tomando lo que su Señor les dé. Hicieron el bien en el pasado;
al rayar el alba, pedían perdón,
y parte de sus bienes correspondía de derecho al mendigo y al indigente.
En la tierra hay signos para los convencidos,
y en vosotros mismos también. ¿Es que no veis?
Y en el cielo tenéis vuestro sustento y lo que se os ha prometido.
¡Por el Señor del cielo y de la tierra, que es tanta verdad como que habláis!
¿Te has enterado de la historia de los huéspedes honrados de Abraham?
Cuando entraron en su casa. Dijeron: «¡Paz!». Dijo: «¡Paz! Sois gente desconocida».
Se fue discretamente a los suyos y trajo un ternero cebado,
que les ofreció. Dijo: «¿Es que no coméis?»
Y sintió temor de ellos. Dijeron: «¡No temas!» Y le dieron la buena nueva de un muchacho lleno de ciencia.
Su mujer, entonces, se puso a gritar. Golpeóse el rostro y dijo: «Pero ¡si soy una vieja estéril!»
Dijeron: «Así ha dicho tu Señor. Es Él el Sabio, el Omnisciente».
Dijo: «¿Qué es lo que os trae, ¡enviados!?»
Dijeron: «Se nos ha enviado a un pueblo pecador
para enviar contra ellos piedras de barro cocido,
marcadas junto a tu Señor para los inmoderados».
Y sacamos a los creyentes que en ella había,
pero sólo encontramos en ella una casa de gente sometida a Alá.
Y dejamos en ella un signo para los que temen el castigo doloroso.
Y en Moisés. Cuando le enviamos a Faraón con una autoridad manifiesta.
Pero, seguro de su poder, se volvió y dijo: «¡Es un mago o un poseso!»
Entonces les sorprendimos, a él y a sus tropas, y los arrojamos al mar. Había incurrido en censura.
Y en los aditas. Cuando enviamos contra ellos el viento desvastador,
que pulverizaba todo cuanto encontraba a su paso.
Y en los tamudeos. Cuando se les dijo: «¡Gozad aún por algún tiempo!»
Pero infringieron la orden de su Señor y les sorprendió el Rayo, viéndolo venir.
No pudieron tenerse en pie, ni defenderse.
Y al pueblo de Noé. Fue un pueblo perverso.
Y el cielo, lo construimos con fuerza. Y, ciertamente, asignamos un vasto espacio.
Y la tierra, la extendimos. ¡Qué bien que la preparamos!
Todo lo creamos por parejas. Quizás, así, os dejéis amonestar.
«¡Refugiaos, pues, en Alá! Soy para vosotros, de Su parte, un monitor que habla claro.
¡No pongáis a otro dios junto con Alá! Soy para vosotros, de Su parte, un monitor que habla claro».
Asimismo, no vino a los que fueron antes ningún enviado que no dijeran: «¡Es un mago o un poseso!»
¿Es que se han legado eso unos a otros? ¡No! ¡Son gente rebelde!
¡Apártate de ellos y, así, no incurrirás en censura!
¡Y amonesta, que la amonestación aprovecha a los creyentes!
No he creado a los genios y a los hombres sino para que Me sirvan.
No quiero de ellos ningún sustento, no quiero que Me alimenten.
Alá es el Proveedor de todo, el Fuerte, el Firme.
Los impíos correrán la misma suerte que corrieron sus semejantes. ¡Que no Me den, pues, prisa!
¡Ay de los que no creen, por el día con que se les amenaza!
