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Surah Qaf - Aya count 45
q. ¡Por el glorioso Corán!
Pero se asombran de que uno salido de ellos haya venido a advertirles. Y dicen los infieles: «¡Esto es algo asombroso!
¿Es que cuando muramos y seamos tierra...? Es volver de lejos...»
Ya sabemos qué es lo que de ellos consume la tierra. Tenemos una Escritura que conserva.
Pero han desmentido la Verdad cuando ha venido a ellos y se encuentran en un estado de confusión.
¿No ven el cielo que tienen encima, cómo lo hemos edificado y engalanado y no se ha agrietado?
Hemos extendido la tierra, colocado en ella firmes montañas y hecho crecer en ella toda especie primorosa,
como ilustración y amonestación para todo siervo arrepentido.
Hemos hecho bajar del cielo agua bendita, mediante la cual hacemos que crezcan jardines y el grano de la cosecha,
esbeltas palmeras de apretados racimos,
para sustento de los siervos. Y, gracias a ella, devolvemos la vida a un país muerto. Así será la Resurrección.
Antes de ello, ya habían desmentido el pueblo de Noé, los habitantes de ar-Ras, los tamudeos,
los aditas, Faraón, los hermanos de Lot,
los habitantes de la Espesura y el pueblo de Tubba. Todos ellos desmintieron a los enviados. Y se cumplió Mi amenaza.
¿Es que Nos cansó la primera creación? Pues ellos dudan de una nueva creación.
Sí, hemos creado al hombre. Sabemos lo que su mente le sugiere. Estamos más cerca de él que su misma vena yugular.
Cuando los dos encargados de recoger recojan, sentados el uno a la derecha y el otro a la izquierda,
no pronunciará ninguna palabra que no tenga siempre a su lado a un observador preparado.
La agonía del moribundo traerá la Verdad: «¡Ahí tienes lo que rehuías!»
Se tocará la trompeta. Ése es el día de la Amenaza.
Cada uno vendrá acompañado de un conductor y de un testigo.
«Estas cosas te traían sin cuidado. Te hemos quitado el velo y, hoy, tu vista es penetrante».
Su compañero dirá: «Esto es lo que tengo preparado».
«¡Arrojad a la gehena a todo infiel pertinaz, desviado,
adversario del bien, violador de la ley, escéptico,
que ponía, junto con Alá, a otro dios! ¡Arrojadlo al castigo severo!»
Su compañero dirá: «¡Señor! No soy yo quien le hizo rebelarse, sino que él estaba ya profundamente extraviado».
Dirá: «¡No discutáis ante Mí! Ya os amenacé por anticipado.
Mi sentencia es inmutable. Yo no soy injusto con Mis siervos».
El día que digamos a la gehena: «¿Estás ya llena?», ella dirá: «¿Aún hay más?»
Y el Jardín será acercado a quienes hayan temido a Alá, bien cerca:
«Esto es lo que se os había prometido, a todo hombre sinceramente arrepentido, observador,
que tiene miedo secreto al Compasivo y viene con corazón contrito.
¡Entrad en él en paz! ¡Éste es el día de la Eternidad!»
Tendrán allí cuanto deseen y aún dispondremos de más.
¡A cuántas generaciones hemos hecho antes perecer, más temibles que ellos y que recorrieron el país en busca de escape.
Hay en ello, sí, una amonestación para quien tiene entendimiento, para quien aguza el oído y es testigo.
Creamos los cielos, la tierra y lo que entre ellos está en seis días, sin sufrir cansancio.
¡Ten paciencia, pues, con lo que dicen y celebra las alabanzas de tu Señor antes de la salida del sol y de su puesta!
¡Glorifícale durante la noche y después de la azalá!
¡Estate atento al día que el pregonero llame de cerca,
al día que se oiga, de verdad, el Grito! Ése será el día de la Resurrección.
Somos Nosotros Quienes damos la vida y damos la muerte. Somos Nosotros el fin de todo.
El día que la tierra se abra despidiéndolos, rápidos..., Ésa es una reunión fácil para Nosotros.
Sabemos bien lo que dicen... ¡No debes tú forzarles! ¡Amonesta, más bien, por el Corán a quien tema Mi amenaza!