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Surah Los Preceptos Detallados - Aya count 54
Revelación procedente del Compasivo, del Misericordioso.
Escritura cuyas aleyas han sido explicadas detalladamente como Corán árabe para gente que sabe.
como nuncio de buenas nuevas y como monitor. La mayoría, empero, se desvían y, así, no oyen.
Y dicen: «Una envoltura oculta a nuestros corazones aquello a que nos llamas, nuestros oídos padecen sordera, un velo nos separa de ti. ¡Haz, pues, lo que juzgues oportuno, que nosotros haremos también lo que juzguemos oportuno!»
Di: «Yo soy sólo un mortal como vosotros, a quien se ha revelado que vuestro Dios es un Dios Uno. ¡Id, pues, derechos a Él y pedidle perdón! ¡Ay de los asociadores,
que no dan el azaque y niegan la otra vida!
Quienes crean y obren bien, recibirán una recompensa ininterrumpida».
Di: «¿No vais a creer en Quien ha creado la tierra en dos días y Le atribuís iguales? ¡Tal es el Señor del universo!»
En cuatro días iguales: ha puesto en ella, encima, montañas firmes, la ha bendecido y ha determinado sus alimentos. Para los que inquieren...
Luego, se dirigió al cielo, que era humo, y dijo a éste y a la tierra: «¡Venid, queráis o no!» Dijeron: «¡Venimos de buen grado!»
«Decretó que fueran siete cielos, en dos días, e inspiró a cada cielo su cometido. Hemos engalanado el cielo más bajo con luminares, como protección. Tal es la decisión del Poderoso, del Omnisciente».
Si se desvían, di: «Os prevengo contra un rayo como el de los aditas y los tamudeos».
Cuando vinieron a ellos los enviados antes y después. «¡No sirváis sino a Alá!» Dijeron: «Si nuestro Señor hubiera querido, habría enviado de lo alto a ángeles. No creemos en vuestro mensaje».
En cuanto a los aditas, sin razón, se condujeron en el país altivamente y dijeron: «¿Hay alguien más fuerte que nosotros?» ¿No veían que Alá, Que les había creado, era más fuerte que ellos? Pero negaron Nuestros signos.
Enviamos contra ellos un viento, glacial en días nefastos, para hacerles gustar el castigo de la ignominia en la vida de acá. Pero el castigo de la otra vida es aún más ignominioso y no serán auxiliados.
Y en cuanto a los tamudeos, les dirigimos, pero prefirieron la ceguera a la Dirección, y el Rayo del castigo degradante les sorprendió por lo que habían cometido.
Y salvamos a los que creían y temían a Alá.
El día que los enemigos de Alá sean congregados hacia el Fuego, serán divididos en grupos.
Hasta que, llegados a él, sus oídos, sus ojos y su piel atestiguarán contra ellos de sus obras.
Dirán a su piel: «¿Por qué has atestiguado contra nosotros?» Y ella dirá: «Alá, Que ha concedido a todos la facultad de hablar, nos la ha concedido a nosotros. Os ha creado una vez primera y a Él seréis devueltos.
No podíais esconderos tan bien que no pudieran luego atestiguar contra vosotros vuestros oídos, vuestros ojos y vuestra piel. Creíais que Alá no sabía mucho de lo que hacíais.
Lo que vosotros pensabais de vuestro Señor os ha arruinado y ahora sois de los que han perdido».
Aunque tengan paciencia, el Fuego será su morada. Y, aunque pidan gracia, no se les concederá.
Les hemos asignado compañeros, que han engalanado su estado actual y su estado futuro. Se ha cumplido en ellos la sentencia que también alcanzó a otras comunidades de genios y de mortales que les precedieron. Han perdido.
Los infieles dicen: «¡No hagáis caso de este Corán ! ¡Parlotead cuando lo lean. Quizás, así, os salgáis con la vuestra!»
A los infieles les haremos gustar, sí, un severo castigo y les retribuiremos, sí, con arreglo a sus peores obras.
ésa es la retribución de los enemigos de Alá: el Fuego, en el que tendrán la Morada de la Eternidad, como retribución de haber negado Nuestros signos.
Los infieles dirán: «¡Señor! ¡Muéstranos a los genios y a los mortales que nos han extraviado y los pondremos bajo nuestros pies para que estén en lo más profundo!»
A los que hayan dicho: «¡Nuestro Señor es Alá!» y se hayan portado correctamente, descenderán los ángeles: «¡No temáis ni estéis tristes! ¡Regocijaos, más bien, por el Jardín que se os había prometido!
Somos vuestros amigos en la vida de acá y en la otra. Tendréis allí todo cuanto vuestras almas deseen, todo cuanto pidáis,
como alojamiento venido de Uno Que es indulgente, misericordioso».
¿Quién hay, pues, que hable mejor que quien llama a Alá, obra bien y dice: «Soy de los que se someten a Alá»?
No es igual obrar bien y obrar mal. ¡Repele con lo que sea mejor y he aquí que aquél de quien te separe la enemistad se convetirá en amigo ferviente!
Esto sólo lo consiguen los pacientes, sólo lo consigue el de suerte extraordinaria.
Si el Demonio te incita al mal, busca refugio en Alá. Él es Quien todo lo oye, Quien todo lo sabe.
Entre Sus signos figuran la noche el día, el sol y la luna. ¡No os prosternéis ante el sol ni ante la luna! ¡Prosternaos ante Alá, Que los ha creado! Si es a Él a Quien servís...
Si se muestran altivos, en cambio, quienes están junto a tu Señor Le glorifican, incansables, noche y día.
Ves entre Sus signos que la tierra está seca. Luego, se reanima y reverdece cuando hacemos llover sobre ella. En verdad, Quien la vivifica puede también, vivificar a los muertos. Es omnipotente.
Los que niegan Nuestros signos no pueden ocultarse a Nosotros. Qué es mejor: ¿ser arrojado al Fuego o venir en seguridad: el día de la Resurrección? ¡Haced lo que queráis! Él ve bien lo que hacéis.
Los que no creen en la Amonestación cuando ésta viene a ellos... Y eso que es una Escritura excelente,
completamente inaccesible a lo falso, revelación procedente de uno Que es sabio, digno de alabanza.
No se te dice sino lo que ya se dijo a los enviados que te precedieron: que tu Señor está dispuesto a perdonar, pero también a castigar dolorosamente.
Si hubiéramos hecho de ella un Corán no árabe, habrían dicho: «¿Por qué no se han explicado detalladamente sus aleyas? ¿No árabe y árabe?» Di: «Es dirección y curación para quienes creen. Quienes, en cambio, no creen son duros de oído y, ante él, padecen ceguera. Es como si se les llamara desde lejos».
Ya dimos a Moisés la Escritura. Y discreparon acerca de ella. Y, si no llega a ser por una palabra previa de tu Señor, se habría decidido entre ellos. Dudan seriamente de ella.
Quien obra bien, lo hace en su propio provecho. Y quien obra mal, lo hace en detrimento propio. Tu Señor no es injusto con Sus siervos.
A Él se le remite el conocimiento de la Hora. Ningún fruto deja su cubierta, ninguna hembra concibe o pare sin que Él lo sepa. Cuando Él les llame: «¿Dónde están Mis asociados?». dirán: «Te aseguramos que ninguno de nosotros los ha visto».
Lo que antes invocaban les abandonará. Creerán no tener escape.
No se cansa el hombre de pedir el bien, pero, si sufre un mal, se desanima, se desespera.
Si le hacemos gustar una misericordia venida de Nosotros, luego de haber sufrido una desgracia, dirá de seguro: «Esto es algo que se me debe. Y no creo que ocurra la Hora. Pero, si se me devolviera a mi Señor, tendría junto a Él lo mejor». Ya informaremos a los infieles, sí, de lo que hacían y les haremos gustar, sí, un duro castigo.
Cuando agraciamos al hombre, éste se desvía y se aleja. Pero, si sufre un mal, no para de invocar.
Di: «¿Qué os parece? Si procede de Alá y vosotros, luego, no creéis en él, ¿hay alguien que esté más extraviado que quien se opone tan marcadamente?»
Les mostraremos Nuestros signos fuera y dentro de sí mismos hasta que vean claramente que es la Verdad. ¿Es que no basta que tu Señor sea testigo de todo?
Pues ¿no dudan del encuentro de su Señor? Pues ¿no lo abarca Él todo?