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Surah La Araña - Aya count 69
Piensan los hombres que se les dejará decir: «¡Creemos!», sin ser probados?
Ya probamos a sus predecesores. Alá, sí, conoce perfectamente a los sinceros y conoce perfectamente a los que mienten.
¿Piensan quienes obran mal que podrán escapar de Nosotros? ¡Qué mal juzgan!
Quien cuente con encontrar a Alá sepa que el plazo fijado por Alá vendrá ciertamente, Él es Quien todo lo oye, Quien todo lo sabe.
Quien combate por Alá combate, en realidad, en provecho propio. Alá, ciertamente, puede prescindir de las criaturas.
A quienes hayan creído y obrado bien les borraremos, sí, sus malas obras y les retribuiremos, sí, con arreglo a sus mejores obras.
Hemos ordenado al hombre que se porte bien con sus padres. Pero si éstos te insisten en que Me asocies algo de lo que no tienes conocimiento, ¡no les obedezcas! Volveréis a Mí y ya os informaré de lo que hacíais.
A quienes hayan creído y obrado bien hemos de hacer que entren a formar parte de los justos.
Hay algunos que dicen: «¡Creemos en Alá!» Pero, en cuanto sufren algo por Alá, toman la prueba a que los hombres les somenten como castigo de Alá. Si, en cambio, tu Señor les auxilia, seguro que dicen: «¡Estábamos con vosotros!» ¿Es que Alá no sabe bien lo que hay en los pechos de la Humanidad?
Alá, sí, conoce perfectamente a los que creen y conoce perfectamente a los hipócritas.
Los infieles dicen a los creyentes: «¡Seguid nuestro camino y cargaremos con vuestros pecados!» Pero, si ni con sus propios pecados cargan nada... ¡Mienten, ciertamente!
Llevarán, ciertamente, su carga juntamente con la ajena. El día de la Resurrección tendrán que responder de lo que se inventaban.
Enviamos Noé a su pueblo y permaneció con él durante mil años menos cincuenta. Luego, el diluvio les sorprendió en su impiedad.
Les salvamos, a él y a los de la nave, e hicimos de ella un signo para todo el mundo.
Y a Abraham. Cuando dijo a su pueblo: «¡Servid a Alá y temedle! Es mejor para vosotros. Si supierais...»
Servís, en lugar de servir a Alá, sólo ídolos, y creáis una mentira. Los que vosotros servís, en lugar de servir a Alá, no pueden procuraros sustento. ¡Buscad, pues, en Alá el sustento! ¡Servidle, dadle gracias! ¡A Él seréis devueltos!
Si desmentís, ya otras generaciones, antes de vosotros, desmintieron. Al Enviado sólo le incumbe la transmisión clara.
¿Es que no ven cómo inicia Alá la creación y, luego, la repite? Es cosa fácil para Alá.
Di: «¡Id por la tierra y mirad cómo inició la creación! Luego, Alá creará por última vez. Alá es omnipotente».
Castiga a quien Él quiere y se apiada de quien Él quiere. A Él seréis devueltos.
No podéis escapar en la tierra ni en el cielo. No tenéis, fuera de Alá, amigo ni auxiliar.
Quienes no crean en los signos de Alá y en que Le encontrarán, ésos son quienes desesperarán de Mi misericordia, ésos son quienes sufrirán un castigo doloroso.
Lo único que respondió su pueblo fue: «¡Matadle o quemadle!» Pero Alá le libró del fuego. Ciertamente hay en ello signos para gente que cree.
Dijo: «Habéis tomado ídolos en lugar de tomar a Alá, sólo por el afecto mutuo que os tenéis en la vida de acá. Luego, el día de la Resurrección, renegaréis unos de otros y os maldeciréis mutuamente. Vuestra morada será el Fuego y no tendréis quien os auxilie».
Lot creyó en Él y dijo: «Me refugio en mi Señor. Él es el Poderoso, el Sabio».
Le regalamos Isaac y Jacob, e instituimos en su descendencia el profetismo y la Escritura. Le recompensamos en la vida de acá, y en la otra es de los justos.
Y a Lot. Cuando dijo a su pueblo: «Ciertamente cometéis una deshonestidad que ninguna criatura ha cometido antes.
¿Os llegáis a los hombres, salteáis y cometéis actos reprobables en vuestras reuniones?». Lo único que respondió su pueblo fue: «¡Tráenos el castigo de Alá, si es verdad lo que dices!»
Dijo: «¡Señor! ¡Auxíliame contra el pueblo corruptor!»
Cuando Nuestros mensajeros vinieron a Abraham con la buena nueva, dijeron: «Vamos a hacer perecer a la población de esta ciudad. Son unos impíos».
Dijo: «Pero Lot está en ella». Dijeron: «Sabemos bien quién está en ella. Les salvaremos, ciertamente, a él y a su familia, excepto a su mujer, que será de los que se rezaguen».
Habiendo llegado nuestros mensajeros a Lot, éste se afligió por ellos y se sintió impotente para protegerles. Pero ellos dijeron: «¡No temas ni estés triste! Vamos a salvaros, a ti y a tu familia, excepto a tu mujer, que será de los que se rezaguen.
Vamos a hacer bajar un castigo del cielo sobre la población de esta ciudad, porque han sido unos perversos».
E hicimos de ella un signo claro para gente que razona.
A los madianitas su hermano Suayb. Dijo: «¡Pueblo! ¡Servid a Alá y contad con el último Día! ¡No obréis mal en la tierra corrompiendo!»
Le desmintieron y el Temblor les sorprendió, amaneciendo muertos en sus casas.
¡Y a los aditas y a los tamudeos! Por sus viviendas se os muestra claramente... El Demonio engalanó sus obras y los apartó del Camino, a pesar de su perspicacia.
¡Y a Coré, a Faraón y a Hamán! Moisés vino a ellos con las pruebas claras y ellos se condujeron en el país altivamente. Pero no consiguieron escapar.
Sorprendimos a cada uno por su pecado. Contra unos enviamos una tempestad de arena. A otros les sorprendió el Grito. A otros hicimos que la tierra se los tragara. A otros les anegamos. No fue Alá quien fue injusto con ellos, sino que ellos lo fueron consigo mismos.
Quienes toman amigos en lugar de tomar a Alá son semejantes a la araña que se ha hecho una casa. Y la casa más frágil es la de la araña. Si supieran...
Alá sabe todo lo que invocan en lugar de invocarle a Él. Es el Poderoso, el Sabio.
Proponemos estas parábolas a los hombres, pero no las comprenden sino los que saben.
Alá ha creado con un fin los cielos y la tierra. Ciertamente, hay en ello un signo para los creyentes.
¡Recita lo que se te ha revelado de la Escritura ! ¡Haz la azalá! La azalá prohíbe la deshonestidad y lo reprobable. Pero el recuerdo de Alá es más importante aún. Alá sabe lo que hacéis.
No discutáis sino con buenos modales con la gente de la Escritura, excepto con los que hayan obrado impíamente. Y decid: «Creemos en lo que se nos ha revelado a nosotros y en lo que se os ha revelado a vosotros. Nuestro Dios y vuestro Dios es Uno. Y nos sometemos a él».
Y, así, te hemos revelado la Escritura. Aquéllos a quienes revelamos la Escritura creen en ella. Entre éstos hay algunos que creen en ella. Nadie rechaza Nuestros signos sino los infieles.
Tú no leías, antes de recibirla, ninguna Escritura, ni copiabas ninguna con tu diestra. Los falsarios, si no, habrían sospechado...
Antes bien, es un conjunto de aleyas claras en los pechos de quienes han recibido la Ciencia. No niegan Nuestros signos sino los impíos.
Dicen: «¿Por qué no se le han revelado signos procedentes de su Señor?» Di: «Sólo Alá dispone de los signos. Yo soy solamente un monitor que habla claro».
¿Es que no les basta que te hayamos revelado la Escritura que se les recita? Hay en ello una misericordia y una amonestación para gente que cree.
Di: «¡Alá basta como testigo entre yo y vosotros! Conoce lo que está en los cielos y en la tierra. Quienes crean en lo falso y no crean en Alá, ésos serán los que pierdan».
Y te piden que adelantes el castigo. Si no fuera porque ha sido prefijado, les habría ya alcanzado. Les vendrá, en verdad, de repente, sin presentirlo.
Te piden que adelantes el castigo. Sí, la gehena cercará a los infieles.
El día que el castigo les cubra de pies a cabeza y diga: «¡Gustad el fruto de vuestras obras!»
¡Siervos creyentes! ¡Mi tierra es vasta! ¡Servidme, pues, a Mí solo!
Cada uno gustará la muerte. Luego, seréis devueltos a Nosotros.
A quienes hayan creído y hecho el bien hemos de alojarles en el Jardín, eternamente, en cámaras altas, a cuyos pies fluyen arroyos. ¡Qué grata es la recompensa de los que obran bien,
que tienen paciencia y confían en su Señor!
¡Cuántas bestias hay que no pueden proveerse del sustento! Alá se encarga de él y del vuestro. Él es Quien todo lo oye, Quien todo lo sabe.
Si les preguntas: «¿Quién ha creado los cielos y la tierra y sujetado el sol y la luna?», seguro que dicen: «¡Alá!» ¡Cómo pueden, pues, ser tan desviados!
Alá dispensa el sustento a quien Él quiere de Sus siervos: a unos con largueza, a otros con mesura. Alá es omnisciente.
Si les preguntas: «¿Quién hace bajar agua del cielo, vivificando con ella la tierra después de muerta?», seguro que dicen: «¡Alá!» Di: «¡Alabado sea Alá!» No, la mayoría no comprenden.
Esta vida de acá no es sino distracción y juego, pero la Morada Postrera, ésa sí que es la Vida. Si supieran...
Cuando se embarcan, invocan a Alá rindiéndole culto sincero. Pero, en cuanto les salva, llevándoles a tierra firme, al punto Le asocian otros dioses,
para terminar negando lo que les hemos dado. ¡Que gocen por breve tiempo! ¡Van a ver...!
¿No ven que hemos hecho un territorio sagrado y seguro, mientras, alrededor de ellos, secuestran a la gente? ¿Creen, pues, en lo falso y no creerán en la gracia de Alá?
¿Hay alguien que sea más impío que quien inventa una mentira contra Alá o que, cuando viene a él la Verdad, la desmiente? ¿No hay en la gehena una morada para los infieles?
A quienes hayan combatido por Nosotros ¡hemos de guiarles por Nuestros caminos! ¡Alá está, en verdad, con quienes hacen el bien!