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Surah Las Abejas - Aya count 128
¡La orden de Alá viene! ¡No queráis adelantarla! ¡Gloria a Él! Está por encima de lo que Le asocian.
Hace descender a los ángeles con el Espíritu que procede de Su orden sobre quien Él quiere de Sus siervos: «¡Advertid que no hay otro dios que Yo! ¡Temedme, pues!»
Ha creado los cielos y la tierra con un fin. Está por encima de lo que Le asocian.
Ha creado al hombre de una gota y ¡ahí le tienes, porfiador declarado!
Y los rebaños los ha creado para vosotros. Hay en ellos abrigo y otras ventajas y os alimentáis de ellos.
Disfrutáis viéndolos cuando los volvéis por la tarde o cuando los sacáis a pastar por la mañana.
Llevan vuestras cargas a países que no alcanzaríais sino con mucha pena. Vuestro Señor es, en verdad, manso, misericordioso.
Y los caballos, los mulos, los asnos, para que os sirvan de montura y de ornato. Y crea otras cosas que no sabéis.
A Alá le incumbe indicar el Camino, del que algunos se desvían. Si hubiera querido, os habría dirigido a todos.
Él es Quien ha hecho bajar para vosotros agua del cielo. De ella bebéis y de ella viven las matas con que apacentáis.
Gracias a ella, hace crecer para vosotros los cereales, los olivos, las palmeras, las vides y toda clase de frutos. Ciertamente, hay en ello un signo para gente que reflexiona.
Y ha sujetado a vuestro servicio la noche y el día, el sol y la luna. Las estrellas están sujetas por Su orden. Ciertamente, hay en ello signos para gente que razona.
Las criaturas que Él ha puesto en la tierra para vosotros son de clases diversas. Ciertamente, hay en ello un signo para gente que se deja amonesta
Él es Quien ha sujetado el mar para que comáis de él carne fresca y obtengáis de él adornos que poneros. Y ves que las naves lo surcan. Para que busquéis Su favor. Quizás, así, seáis agradecidos.
Y ha fijado en la tierra las montañas para que ella y vosotros no vaciléis, ríos, caminos -quizás, así, seáis bien dirigidos-
y mojones. Y se guían por los astros.
¿Acaso Quien crea es como quien no crea? ¿Es que no os dejaréis amonestar?
Si os pusierais a contar las gracias de Alá, no podríais enumerarlas. Alá es, en verdad, indulgente, misericordioso.
Alá sabe lo que ocultáis y lo que manifestáis.
Aquéllos que ellos invocan en lugar de invocar a Alá, no crean nada, sino que ellos son creados.
Están muertos, no vivos. Y no saben cuándo serán resucitados.
Vuestro Dios es un Dios Uno. Los corazones de quienes, altivos, no creen en la otra vida Le niegan.
¡En verdad, Alá sabe lo que ocultan y lo que manifiestan! No ama a los altivos.
Si se les dice: «¿Qué ha revelado vuestro Señor?», dicen: «Patrañas de los antiguos».
¡Que lleven su carga completa el día de la Resurrección y algo de la carga de los que, sin conocimiento, extraviaron! ¡Qué carga más detestable!
Sus antecesores intrigaron. Alá vino contra los cimientos de su edificio y el techo se desplomó sobre ellos. Les vino el castigo de donde no lo presentían.
Luego, el día de la Resurrección, Él les avergonzará y dirá: «¿Dónde están Mis asociados, sobre los que discutíais?» Quienes hayan recibido la Ciencia dirán: «Hoy la vergüenza y la desgracia caen sobre los infieles,
a quienes, injustos consigo mismos, los ángeles llaman». Ofrecerán someterse: «No hacíamos ningún mal». «¡Claro que sí! ¡Alá sabe bien lo que hacíais!
¡Entrad por las puertas de la gehena, por toda la eternidad!» ¡Qué mala es la morada de los soberbios!
A los que temieron a Alá se les dirá: «¿Qué ha revelado vuestro Señor?» Dirán: «Un bien». Quienes obren bien tendrán en la vida de acá una bella recompensa, pero la Morada de la otra vida será mejor aún. ¡Qué agradable será la Morada de los que hayan temido a Alá!
Entrarán en los jardines del edén, por cuyos bajos fluyen arroyos. Tendrán en ellos lo que deseen. Así retribuye Alá a quienes Le temen,
a quienes, buenos, llaman los ángeles diciendo: «¡Paz sobre vosotros! ¡Entrad en el Jardín, como premio a vuestras obras!»
¿Qué esperan sino que vengan los ángeles o que venga la orden de tu Señor? Así hicieron sus antecesores. No fue Alá quien fue injusto con ellos, sino que ellos lo fueron consigo mismos.
Les alcanzará la misma maldad de sus acciones y les cercará aquello de que se burlaban.
Dirán los asociadores: «Si Alá hubiera querido, ni nosotros ni nuestros padres habríamos servido nada en lugar de servirle a Él. No habríamos prohibido nada que Él no hubiera prohibido». Así hicieron sus antecesores. Y ¿qué otra cosa incumbe a los enviados, sino la transmisión clara?
Mandamos a cada comunidad un enviado: «Servid a Alá y evitad a los taguts». A algunos de ellos les dirigió Alá, mientras que otros merecieron extraviarse. ¡Id por la tierra y mirad cómo terminaron los desmentidores!
Si anhelas dirigirles,... Alá no dirige a quienes Él extravía y no tendrán quien les auxilie.
Han jurado solemnemente por Alá: «¡Alá no resucitará a quien haya muerto!» ¡Claro que sí! Es una promesa que Le obliga, verdad. Pero la mayoría de los hombres no saben.
Para mostrarles aquello en que discrepaban y para que sepan los infieles que han mentido.
Cuando queremos algo, Nos basta decirle: «¡Sé!», y es.
A quienes han emigrado por Alá, después de haber sido tratados injustamente, hemos de procurarles una buena situación en la vida de acá, pero la recompensa de la otra será mayor aún. Si supieran...
Que tienen paciencia y confían en Alá...
Antes de ti, no enviamos sino a hombres a los que hicimos revelaciones -si no lo sabéis, preguntad a la gente de la Amonestación-,
con las pruebas claras y con las Escrituras. A ti también te hemos revelado la Amonestación para que expliques a los hombres lo que se les ha revelado. Quizás,, así, reflexionen.
Quienes han tramado males ¿están, pues, a salvo de que Alá haga que la tierra los trague, o de que el castigo les venga de donde no lo presientan,
o de que les sorprenda en plena actividad sin que puedan escapar,
o de que les sorprenda atemorizados? Vuestro Señor es, ciertamente, manso, misericordioso.
¿No han visto que la sombra de todo lo que Alá ha creado se mueve hacia la derecha y hacia la izquierda, en humilde prosternación ante Alá?
Lo que está en los cielos y en la tierra se prosterna ante Alá: todo animal y los ángeles. Y éstos sin altivez.
Temen a su Señor, que está por encima de ellos, y hacen lo que se les ordena.
Alá ha dicho: «¡No toméis a dos dioses! ¡Él es sólo un Dios Uno! ¡Temedme, pues, a Mí, y sólo a Mí»
Suyo es lo que está en los cielos y en la tierra. Se le debe un culto permanente. ¿Vais a temer a otro diferente de Alá?
No tenéis gracia que no proceda de Alá. Cuando sufrís una desgracia, acudís a Él.
Pero, luego, cuando aparta de vosotros la desgracia, he aquí que algunos de vosotros asocian a su Señor,
para terminar negando lo que les hemos dado. ¡Gozad, pues, brevemente! ¡Vais a ver...!
Atribuyen a lo que no conocen algunos de los bienes de que les hemos proveído. ¡Por Alá, que habréis de responder de lo que inventabais!
Atribuyen hijas a Alá -¡gloria a Él!- y a sí mismos se atribuyen lo que desean.
Cuando se le anuncia a uno de ellos una niña, se queda hosco y se angustia.
Esquiva a la gente por vergüenza de lo que se le ha anunciado, preguntándose si lo conservará, para deshonra suya, o lo esconderá bajo tierra... ¡Qué mal juzgan!
Quienes no creen en la otra vida representan el mal, mientras que Alá, representa el ideal supremo. Él es el Poderoso, el Sabio.
Si Alá tuviera en cuenta la impiedad humana, no dejaría ningún ser vivo sobre ella. Pero los retrasa por un plazo determinado y, cuando vence su plazo, no pueden retrasarlo ni adelantarlo una hora.
Atribuyen a Alá lo que detestan y sus lenguas inventan la mentira cuando pretenden que les espera lo mejor. ¡En verdad, tendrán el Fuego, e irán los primeros!
¡Por Alá!, que antes de ti hemos mandado enviados a comunidades. Pero el Demonio engalanó las obras de éstas y hoy es él su amigo. Tendrán un castigo doloroso.
No te hemos revelado la Escritura sino para que les expliques en qué discrepaban y como dirección y misericordia para gente que cree.
Alá ha hecho bajar agua del cielo, vivificando con ella la tierra después de muerta. Ciertamente, hay en ello un signo para gente que oye.
Y en los rebaños tenéis motivo de reflexión. Os damos a beber del contenido de sus vientres, entre heces y sangre: una leche pura, grata a los bebedores.
De los frutos de las palmeras y de la vides obtenéis una bebida embriagadora y un bello sustento. Ciertamente, hay en ello un signo para gente que razona.
Tu Señor ha inspirado a las abejas: «Estableced habitación en las montañas, en los árboles y en las construcciones humanas.
Comed de todos los frutos y caminad dócilmente por los caminos de vuestro Señor». De su abdomen sale un líquido de diferentes clases, que contiene un remedio para los hombres. Ciertamente, hay en ello un signo para gente que reflexiona.
Alá os ha creado y luego os llamará. A algunos de vosotros se les deja que alcancen una edad decrépita, para que, después de haber sabido, terminen no sabiendo nada. Alá es omnisciente, poderoso.
Alá os ha favorecido a unos con más sustento que a otros; pero aquéllos que han sido favorecidos no ceden tanto de su sustento a sus esclavos que lleguen a igualarse con ellos. ¿Y rehusarán la gracia de Alá?
Alá os ha dado esposas nacidas de vosotros. Y, de vuestras esposas, hijos varones y nietos. Os ha proveído también de cosas buenas. ¿Creen, pues, en lo falso y no creerán en la gracia de Alá?
En lugar de servir a Alá, sirven a lo que no puede procurarles sustento de los cielos ni de la tierra, lo que no posee ningún poder.
¡No pongáis a Alá como objeto de vuestras comparaciones! Alá sabe, mientras que vosotros no sabéis.
Alá propone un símil: un esclavo, propiedad de otro, incapaz de nada, y un hombre a quien Nosotros hemos proveído de bello sustento, del que da limosna, en í secreto o en público. ¿Son, acaso, iguales? ¡Alabado sea Alá! Pero la mayoría no saben.
Alá propone un símil: dos hombres, uno de ellos mudo, incapaz de nada y carga para su dueño; le mande adonde le mande, no trae ningún bien. ¡Son iguales este hombre y el que prescribe la justicia y está en una vía recta?
A Alá pertenece lo oculto de los cielos y de la tierra. La orden que anuncie la Hora no será sino como un abrir y cerrar de ojos, o más breve. Alá es omnipotente.
Alá os ha sacado del seno de vuestras madres, privados de todo saber. Él os ha dado el oído, la vista y el intelecto. Quizás, así, seáis agradecidos.
¿No han visto las aves sujetas en el aire del cielo? Sólo Alá las sostiene. Ciertamente, hay en ello signos para gente que cree.
Alá os ha hecho de vuestras viviendas un lugar habitable. De la piel de los rebaños os ha hecho tiendas, que encontráis ligeras al trasladaros o al acampar. De su lana, de su pelo y de su crin, artículos domésticos para disfrute por algún tiempo.
De lo que ha creado, Alá os ha procurado sombra, refugios en las montañas, indumentos que os resguardan del calor e indumentos que os protegen de los golpes. Así completa Su gracia en vosotros. Quizás, así, os sometáis a Alá.
Si vuelven la espalda... A ti te incumbe sólo la transmisión clara.
Conocen la gracia de Alá, pero la niegan. La mayoría son unos desagradecidos.
Y el día que hagamos surgir de cada comunidad a un testigo, no se permitirá a los que no hayan creído, ni se les agraciará.
Y cuando los impíos vean el castigo, éste no se les mitigará, ni les será dado esperar.
Y cuando los asociadores vean a los que ellos asociaron a Alá, dirán: «¡Señor!! ¡Éstos son los que Te habíamos asociado, a quienes invocábamos en lugar de invocarte a Tí!» Y esos asociados les rebatirán: «¡Mentís, ciertamente!»
Y, entonces, ofreceran a Alá someterse. Pero sus invenciones se esfumarán.
A los que no creyeron y desviaron a otros del camino de Alá, les infligiremos castigo sobre castigo por haber corrompido.
El día que hagamos surgir de cada comunidad a un testigo de cargo, te traeremos a ti como testigo contra éstos. Te hemos revelado la Escritura como aclaración de todo, como dirección y misericordia, como buena nueva para los que se someten.
Alá prescribe la justicia, la beneficencia y la liberalidad con los parientes. Prohíbe la deshonestidad, lo reprobable y la opresión. Os exhorta. Quizás, así, os dejéis amonestar.
Cuando concertéis una alianza con Alá, sed fieles a ella. No violéis los juramentos después de haberlos ratificado. Habéis puesto a Alá como garante contra vosotros. Alá sabe lo que hacéis.
No hagáis como aquélla que deshacía de nuevo el hilo que había hilado fuertemente. Utilizáis vuestros juramentos para engañaros so pretexto de que una comunidad es más fuerte que otra. Alá no hace más que probaros con ello. El día de la Resurreción ha de mostraros aquello en que discrepabais.
Alá, si hubiera querido, habría hecho de vosotros una sola comunidad. Pero extravía a quien Él quiere y dirige a quien Él quiere. Tendréis que responder de lo que hacíais.
No utilicéis vuestros juramentos para engañaros; si no, el pie os fallará después de haberlo tenido firme. Gustaréis la desgracia por haber desviado a otros del camino de Alá y tendréis un castigo terrible.
No malvendáis la alianza con Alá. Lo que Alá tiene es mejor para vosotros. Si supierais...
Lo que vosotros tenéis se agota. En cambio, lo que Alá tiene perdura. A los que tengan paciencia les retribuiremos, sí, con arreglo a sus mejores obras.
Al creyente, varón o hembra, que obre bien, le haremos, ciertamente, que viva una vida buena y le retribuiremos, sí, con arreglo a sus mejores obras.
Cuando recites el Corán, busca refugio en Alá del maldito Demonio.
Él no puede nada contra los que creen y confían en su Señor.
Sólo tiene poder contra los que traban amistad con él y asocian a Él otros dioses.
Cuando sustituimos una aleya por otra -Alá sabe bien lo que revela- dicen: «¡Eres sólo un falsario!» Pero la mayoría no saben.
Di: «El Espiritu Santo lo ha revelado, de tu Señor, con la Verdad, para confirmar a los que creen y como dirección y buena nueva para los que se someten a Alá».
Bien sabemos que dicen: «A este hombre le enseña sólo un simple mortal». Pero aquél en quien piensan habla una lengua no árabe, mientras que ésta es una lengua árabe clara.
Alá no dirigirá a quienes no crean en los signos de Alá y tendrán un castigo doloroso.
Sólo inventan la mentira quienes no creen en los signos de Alá. Ésos son los que mienten.
Quien no crea en Alá luego de haber creído -no quien sufra coacción mientras su corazón permanece tranquilo en la fe, sino quien abra su pecho a la incredulidad-, ese tal incurrirá en la ira de Alá y tendrá un castigo terrible.
Y eso por haber preferido la vida de acá a la otra. Alá no dirige al pueblo infiel.
Ésos son aquéllos cuyo corazón, oído y vista Alá ha sellado. Ésos los que no se preocupan...
¡En verdad, serán los que pierdan en la otra vida!
Tu Señor, para quienes hayan emigrado, después de haber sufrido pruebas y de haber, luego, combatido y tenido paciencia, tu Señor será, ciertamente, después de eso, indulgente, misericordioso,
el día que venga cada uno intentando justificarse, cada uno reciba conforme a sus obras y nadie sea tratado injustamente.
Alá propone como parábola una ciudad, segura y tranquila, que recibía abundante sustento de todas partes. Y no agradeció las gracias de Alá. Alá, en castigo por su conducta, le dio a gustar la vestidura del hambre y del temor.
Ha venido a ellos un Enviado salido de ellos, pero le han desmentido y el castigo les ha sorprendido en su impiedad.
¡Comed de lo lícito y bueno de que Alá os ha proveído! ¡Y agradeced la gracia de Alá, si es a Él solo a Quien servís!
Os ha prohibido sólo la carne mortecina, la sangre, la carne de cerdo y la de todo animal sobre el que se haya invocado un nombre diferente del de Alá. Pero, si alguien se ve compelido por la necesidad -no por deseo ni por afán de contravenir... Alá es indulgente, misericordioso.
No digáis, entre lo que vuestras lenguas profieren, mentiras como «Esto es lícito y esto es ilícito», inventando así la mentira contra Alá. Quienes inventen la mentira contra Alá no prosperarán.
¡Mezquino disfrute! ¡Tendrán un castigo doloroso!
A los judíos les prohibimos lo que ya te contamos. No hemos sido Nosotros quienes han sido injustos con ellos, sino que ellos lo han sido consigo mismos.
Sin embargo, con los que, habiendo cometido el mal por ignorancia, luego se arrepientan y enmienden, tu Señor será, ciertamente, después de eso, indulgente, misericordioso.
Abraham fue una comunidad, devoto de Alá, hanif y no asociador,
agradecido a Sus gracias. Él le eligió y le dirigió a una vía recta.
En la vida de acá le dimos una buena situación y en la otra es de los justos.
Luego, te hemos revelado: «Sigue la religión de Abraham, que fue hanif y no asociador».
El sábado se impuso solamente a los que sobre él discrepaban. Tu Señor, ciertamente, decidirá entre ellos el día de la Resurrección sobre aquello en que discrepaban.
Llama al camino de tu Señor con sabiduría y buena exhortación. Discute con ellos de la manera más conveniente. Tu Señor conoce mejor que nadie a quien se extravía de Su camino y conoce mejor que nadie a quien está bien dirigido.
Si castigáis, castigad de la misma manera que se os ha castigado. Pero, si tenéis paciencia, es mejor para vosotros.
¡Ten paciencia! No podrás tener paciencia sino con la ayuda de Alá. Y no estés triste por ellos, ni te angusties por sus intrigas.
Alá está con quienes Le temen y quienes hacen el bien.